El lugar en que no estás



El lugar en que no estás es azul, aunque es una patria donde sólo campea el recuerdo.

Tiene un arboleda y un manzano y un montón de cosas muertas.

Aparca una barca azul y un molino roto. La melancolía ha escrito un poema en la orilla de un río averiado, que baña las costas del único acantilado en pie.

 En sus aguas transcurren taciturnos los amantes y un pedazo de oración naufraga.

Flotan y floran helechos que detienen la barca un poco más antes de la noche.

Un cuadro de Van Gogh y su oreja exánime atascada en una roca; alas de golondrina y pedazos de arco iris completan el tesoro.

Un poblado de habitantes perdidos teje sus sueños al margen de la costa, más allá donde unos niños intentan vanamente un barrilete cosido de sombras o una calle a oscuras.

En el lugar en que no estás, compañera, se han erigido unas botellas con mensajes sobre cada médano para que algún día fugaz en la orilla, puedas escuchar mi nombre.

Las flores del lugar en que no estás son amarillas y de tonos ocres como soles desteñidos.

Para el lugar en que no estás he abandonado a  su suerte este niño travieso y sin nombre que se resiste a darse por vencido.

Porque nadie sabe en el lugar en que no estás, que mi amor te espera de cualquier modo.



Comentarios

Cristina Piña ha dicho que…
El blog regio y el poema estupendo! Congratutlatios, man
Iñaki Rubio ha dicho que…
Gracias querida Cristina! Te quiero mucho!! :)
Anónimo ha dicho que…
Hermoso texto, me remite al infinito ser que quiere alcanzar la nada, en vacío, las extremidades del cuerpo contenidas que se abren y cierran. El territorio y el yoga. Más que nada me parece un poema para hacer yoga, estirarse y tirarse un pedo poético. Saludos!

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