Todo el aire
Sin el poema sangrando las cosas rotas dejarán de llorar y el mundo solo será mundo. Y los equilibristas caerán de sus propios techos invisibles. Y mi voz también se romperá con la inmunda niebla y la madrugada. No tendrá más sentido lo que nunca lo tuvo. Y un beso no será más un acto de heroísmo anónimo y puro. Nuestra miseria sera televisada por las grandes cadenas. Feroces amas de casa le comerán la nuez de Adán finalmente a sus maridos y éstos a sus manzanas malditas serpientes Y postrera, definitivamente, la primavera vendrá a llover sus malditas flores muertas Ay de mí! cuándo sobrevenga la muerte. Antes respiraré todo el aire que falte por respirar.